Cada principio de año, el Gobierno central en España anuncia un incremento en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), y este año no ha sido la excepción. Se estima que esta subida rondará entre un 3% y un 4% en relación al SMI actual. Sin embargo, lo que preocupa especialmente al sector agrícola es que esta subida se implementa sin ningún tipo de acuerdo o negociación previa con los actores de este sector. Lo que agrava aún más esta situación es que en los últimos cinco años, el SMI ha experimentado un aumento porcentual significativo del 51.16%.
Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Almería, una de las regiones agrícolas más importantes de España, expresan su preocupación ante estas subidas continuas del SMI, que se imponen sin tener en cuenta las particularidades y necesidades específicas del sector agrario. Adoración Blanque, la Presidenta de ASAJA-Almería, destaca que este incremento constante en los costos sociales de las explotaciones agrícolas perjudica gravemente la rentabilidad de las mismas.
El impacto de estas subidas es evidente en cifras, y ya se traduce en una proporción significativa de los costos sociales en cultivos como el tomate en invernadero, donde alcanzan el 44% del total. Este incremento del SMI podría resultar en un aumento de los precios para los consumidores o en una reducción de la rentabilidad de los agricultores, lo que representa un desafío importante para el sector.
La subida del SMI, junto con el aumento de los costos relacionados con el despido de trabajadores, tiene el potencial de afectar negativamente a la contratación de mano de obra en el sector agrícola. Además, esta situación podría llevar a los agricultores a optar por cultivos que requieren menos mano de obra, lo que podría desestabilizar aún más el mercado de frutas y hortalizas.
Una de las preocupaciones adicionales es la disminución constante en el consumo de frutas y hortalizas en los hogares, donde el precio en destino juega un papel importante. Adoración Blanque resalta la necesidad de mantener un diálogo social entre la patronal y los sindicatos como el método adecuado para fijar los salarios en el campo. La fijación del precio de la mano de obra mediante Reales Decretos en los últimos cinco años ha generado incertidumbre en el sector agrícola, y ASAJA-Almería busca soluciones que garanticen la rentabilidad y la estabilidad en el mercado de productos agrícolas.
Fuente: Fruittoday.com